Banderas, de ocho y medio a diez
Una nueva demostración del talento de Banderas como dinamizador cultural, productor y director. También de su madurez sobre las tablas, en un papel lleno de encanto, el del disperso Bobby, que tanto recuerda al del Fellini de 8 y 1/2 y que parece que le hubieran escrito a la medida. Un tipo del que es difícil no enamorarse o admirar su magnética candidez, mientras un buen puñado de estupendas canciones y de números divertidos retratan el alma de una ciudad.