Sigan al conejo blanco

GROOMING

La caída de Alicia por la madriguera del conejo es aterradora si se piensa bien. En la vida real no hay gatos de los deseos y liebres de marzo. En la vida real, el sueño de Alicia sería pesadilla y la arrastraría al horror, no al País de las Maravillas. Pederastas y ratas similares se camuflan a diario entre nosotros. Sobre ésta y otras ideas –los peligros de internet, la complejidad para juzgar moralmente algunas aficiones sexuales–, el joven dramaturgo Paco Bezerra construye Grooming, título que remite al neologismo que define el «ciberacoso online a menores».
En escena, un encuentro en un parque entre un trajeado enfermizo y una adolescente. Bezerra maneja la tensión como un zapador la dinamita, rompe las reglas tradicionales, anticipa algún clímax y sorprende con giros inesperados que, junto a diálogos de potencia instintiva, como quien no escucha el coro de la corrección política imperante, nos hablan de un dramaturgo al que conviene seguir. La obra tiene una fuerza soterrada que incomoda pero engancha. Sólo se echa de menos una conclusión menos precipitada y un poco más de carne: 50 minutos de obra saben a poco.

En escena, un encuentro en un parque entre un trajeado enfermizo y una adolescente. Bezerra maneja la tensión como un zapador la dinamita, rompe las reglas tradicionales

Bezerra ganó el Nacional en 2009 con otra obra, pero hasta ahora no había estrenado: bien por José Luis Gómez, atento al talento emergente. Y bien por dirigir este cara a cara con sobriedad y realismo, pero con detalles desconcertantes, como ese onírico arranque a lo Donnie Darko que nos acerca a las parafilias de las que habla el texto y que tan desconocidas son en general. Tiene buen material en Antonio de la Torre y Nausicaa Bonnín. Él se mueve entre el sarcasmo, la oscuridad y lo cotidiano con acierto; ella pasa de estar desvalida a ser una auténtica fiera sin necesidad de estridencias en un papel sabroso, heterodoxo y desconcertante.


Autor: Paco Bezerra. Dirección y espacio escénico: José Luis Gómez. Intérpretes: Antonio de la Torre, Nausicaä Bonnín. Iluminación: Juan Gómez-Cornejo. Vestuario: Ana López. Teatro de La Abadía. Madrid.

Esta crítica fue publicada inicialmente el 10-2-2012 en el diario La Razón y recogida posteriormente en el blog Notas desde la fila siete.

Estrellas Volodia

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