Una maldad: algunos periodistas que escribimos de teatro desarrollamos hace años la Ley de la Cebolla/Regalo/Caramelo. Como saben, una ley, en ciencias, relata una relación constante y puede demostrarse. En nuestro caso había pruebas de sobra. Nos habíamos hartado de oír frases como:
“Este personaje es como una cebolla. Quitas una capa pero debajo hay otra, y otra y otra”.
“Este papel es un regalo. Siempre había soñado con interpretarlo”
“Este personaje es un caramelo”.
Debe de andar la profesión teatral llorosa de tanto quitarle capas a sus cebollas –a no ser que sean dulces, nadie ha especificado-, aunque supongo que compensa cuando tiene la casa llena de regalos… Claro que las caries de tanto caramelo… se dejarán los artistas el sueldo en dentistas.
Ya advertí que hoy tocaba maldad. Mañana más.
PS: aguardamos impacientes nuevos símiles que se apropien de las ruedas de prensa y las entrevistas. Habrá premios –o premias- para el creador -o creadora-, y tirón de orejas –u orejos- para los vagues –cambio a modo inclusivo-ahorrativo, sustituyendo ya “aes” y “oes” por “es”, que es lo más- que se militen –perdón, me traicionó el subconsciente, quiero decir se limiten- a repetirlo después.