EL CASTILLO DE LINDABRIDIS
Cuando descubrí el teatro de Nao d’amores hace años quedé, como tantos espectadores, prendado, “namorado” de su forma de hacer, de esa entrega a los clásicos más desconocidos o menos explorados, y de cómo la compañía dirigida por Ana Zamora conseguía convertir cada texto en un cuento mágico, un acto teatral en el que el verso era importante, pero también el amor a lo antiguo, a nuestro pasado, y a las músicas, los trajes, los objetos. Una mirada respetuosa y a la vez emocionada. Vuelvo a encontrarme con esas sensaciones viendo El castillo de Lindabridis, un montaje de la CNTC y Nao d’amores en el que, de la mano de un Calderón poco representado, mágico y caballeresco, la capitana de esta nave se sube a otra, una fortaleza flotante, para llevar de nuevo a su compañía a lo más alto. Y no hablo solo de las nubes. Continuar leyendo “La Nao, de nuevo en lo más alto”