Y todavía somos

Desde el año pasado, la Muestra de Creación Escénica Surge Madrid, junto con la Dirección Artística del Festival de Otoño, pusieron en marcha un apartado dedicado exclusivamente a trabajos de compañías o creadores noveles. Para potenciar la función social que las salas madrileñas de pequeño y medio formato tienen en la generación de primeras oportunidades, Surge Madrid abrió la puerta a siete trabajos que se mostraron al público en una única sesión.

Propusimos Se propuso a Carmen Werner y a Carlos Sarrió, creadores madrileños consolidados y vinculados al tejido de salas, que eligieran dos de esas siete para hacer un acompañamiento artístico durante un año y que el resultado se pudiera ver en la presente edición del festival. Una de esas propuestas elegidas fue la de Julia Nicolau.

Julia Nicolau es una artista madrileña con raíces alicantinas que baila, actúa, canta y toca la flauta travesera. Y todavía somos es, explicado con sus propias palabras, “movimiento, articulación y pausa”, tres elementos que “sustentan la coreología de esta pieza y que me acercan a esta des-subjetivación, a este silencio y a este encuentro con la vejez”. Porque Y todavía somos investiga sobre cómo el desgaste corporal que da el paso del tiempo a las personas, hace desaparecer el potencial articulatorio del cuerpo. Se presenta como una pieza de teatro físico donde Nicolau ha volcado todas las herramientas de que dispone como artista: música y movimiento, a través de un loop station con el que graba y reproduce la música que ejecuta en directo y su propia voz; palabra y cuerpo y palabra como música a partir de testimonios reales convertidos en una melodía sobre la que construir su danza.