TÍO VANIA
Ocurre con ciertas obras que nunca sobran. Nunca está de más tener en cartelera un Hamlet, un Fuenteovejuna, un Tío Vania. Da igual las veces que se vean: lo intemporal y la belleza de esta categoría de textos hacen que agradezcamos su presencia como antídoto contra el teatro “olvidable”. Si además vemos un montaje de calidad, o uno revolucionario, que nos marque, miel sobre hojuelas. El Teatro Fernán Gómez acaba de estrenar Tío Vania, con la firma de Guindalera. Y quienes conozcan la sólida trayectoria de esta compañía sabrán que a priori quizá no cabía esperar lo segundo pero sí lo primero, la calidad. Y, visto el montaje, el prejuicio se confirma, sin que a la revolución se la eche en falta. Continuar leyendo “Hay que vivir, o Chéjov según Guindalera”