RICARDO III
Hay algo en la tragedia de Ricardo III que invita a pensar en una farsa trágica. Tan mezquino es su protagonista que en el primer y célebre monólogo destapa sus intenciones frente al espectador. Sin máscaras, pronuncia: ““He urdido tramas, siniestros preámbulos, / con sueños, libelos y ebrias profecías, / para que mi hermano Clarence y el monarca / se enfrenten con odio mortal el uno al otro; / y si el rey Eduardo es tan íntegro y tan puro / cual yo ladino, falso y traicionero, / a Clarence meterán hoy en la jaula”. * Continuar leyendo “Ubú majestad”
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