VERANEANTES
Después de la sorpresa que supuso La función por hacer para la adormilada creación madrileña, Miguel del Arco y los actores de aquel brillante montaje han logrado el más difícil todavía. Todas las claves de aquel éxito –los espectadores dispuestos alrededor del escenario, los guiños metateatrales, el humor y el drama a partes iguales– están de nuevo en Veraneantes sin que resulten repetitivos, porque el buen teatro nunca cansa. Lo que lograron desconstruyendo a Pirandello lo multiplican dinamitando a Gorki. Del original Los veraneantes apenas quedan los cimientos en esta nueva obra. Pero logra que olvidemos todo durante otro ritual que invoca a personajes desorientados. Continuar leyendo “El arte y la vida”