EL INSPECTOR
Imbuido del frenesí genial de Billy Wilder en Uno, dos, tres, Miguel del Arco, el hombre de moda en la escena española, viaja de la Rusia de 1836 a la España del pelotazo actual con El inspector, de Nicolái Gogol, su merecido debut en el Centro Dramático Nacional. Del Arco va quemando etapas rápido: triunfó con versiones personalísimas de Pirandello y Gorki –las magníficas La función por hacer y Veraneantes–, demostró que era igual de solvente en el soliloquio, dando alas a Nuria Espert y a Carmen Machi en sendos dramas, y puso su sello a De ratones y hombres, con el que pisa fuerte también en un encargo convencional. Continuar leyendo “El “ladrillazo” llega al CDN”
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