MÚSICA Y MAL
En otro espectáculo que estos días habita la cartelera madrileña, Hannah Arendt se pregunta, desde su texto más famoso, Eichmann en Jerusalén, por la banalidad del mal. Arendt hablaba en su concepto más conocido de la obediencia debida y la burocratización de la masacre como algo procedimental: el verdugo respondió ante el tribunal por sus crímenes sin atisbo de remordimiento. Tenía que hacerlo, vino a decir, porque era su trabajo y por un imperativo moral de obediencia. Algo de banalidad, aunque entendida de otra forma, la banalidad del arte desprovisto de ética, hay en Música y mal, un espectáculo poético-musical-documental en el que la dramaturga, directora y actriz Lola Blasco hace honor al título (aunque con matices) y recorre esa relación, ese vínculo histórico entre la maldad y la belleza de la música clásica. Continuar leyendo “La muerte y la doncella”