Belleza “freak” en Almagro

LAS GRACIAS MOHOSAS

A menudo, los grandes festivales fagocitan a sus hijos. Las pequeñas propuestas quedan eclipsadas por los Donnellans, Compañías Nacionales, Don Juanes y similares. Fuera de Sevilla, su ciudad, Juan Dolores Caballero y su compañía, Teatro del Velador, son una vaga referencia para muchos. Por eso, y por más razones, mereció la pena dedicarle una noche a Las Gracias Mohosas, una pequeña joya programada en Almagro, aunque para ello hubiera que salir corriendo del final de la final (perdonen el juego) del España-Alemania. Sí, hasta en el templo del teatro clásico se siguió el triunfo de España con emoción.

Fue un acierto hacer ese esfuerzo, porque el «Chino» Caballero (así le llama cariñosamente la profesión teatral) y su «troupe» de comediantes, con genes de carretera y tradición, toman la escena con verdad, escuela -hay máscaras, guiños a la comedia dell’arte, teatro sensorial que puede casi hasta olerse, investigación musical, un sentido del ritmo endiablado…- y un excelente trabajo actoral que rebosa comicidad y esfuerzo físico. Los diez actorazos del Velador, tres mujeres y siete hombres, se muestran excesivos, barrocos en sus interpretaciones, pero esa es la divertida y necesaria clave que Caballero busca, y todos demuestran que son intérpretes de primera.

La obra narra básicamente el proceso del cortejo, con torneo de golpes y versos incluidos: un carnaval esperpéntico, irreverente y zafio. Pero original y divertido a rabiar

A esas armas unen un tesoro textual: un entreacto extraído de una de las obras de Feliciana Enríquez de Guzmán (1569-1644), exponente de la escasa literatura dramática áurea femenina. Su verso es abigarrado, oscuro y pícaro, pero lleno de valentía -aquí trata asuntos como la poligamia-, encanto y humor. Las del título son tres hermanas poco agraciadas pretendidas por seis «freaks» que parecen salidos de La parada de los monstruos: ciegos, jorobados, tullidos, monjes lujuriosos… La obra narra básicamente el proceso del cortejo, con torneo de golpes y versos incluidos: un carnaval esperpéntico, irreverente y zafio. Pero original y divertido a rabiar. Ójala se dejaran caer más por Madrid.


Autor: Feliciana Enríquez de Guzmán. Director: Juan Dolores Caballero. Intérpretes: Eva Rubio, Mari Paz Sagayo, Rocío Borrallo, Luis Ruiz-Medina, Juan José Macías, Benito Cordero, Álex Peña, Abel Mora, Moustapha Bajha, Juan Luis Corrientes. Patio de Fúcares. Festival de Almagro.

Crítica publicada originalmente en La Razón, recogida en Notas desde la fila siete (Julio 2008).

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