Una historia terrorífica

PRIVACIDAD

A menudo, por más que los creadores teatrales digan resistirse a las etiquetas y consideren a sus criaturas especialísimas, estas no lo son tanto. Pero hay casos en que realmente uno no sabe muy bien dónde situar lo que ha visto. Esto, al margen de otras consideraciones, resulta de entrada reconfortante, pues implica necesariamente una cierta originalidad. El espectador que acuda a ver Privacidad, una nueva obra, montaje, pieza o espectáculo, llámenlo como quieran, en el Teatro Marquina, quizá salga diciendo que ha visto una comedia atípica, una obra de ficción divulgativa, un ensayo documental o un show audiovisual de investigación. Y sí, es un poco todo eso. Yo añadiré que Privacidad es además una historia de terror. Probablemente la más terrorífica que puedan escuchar hoy en día. Riánse de las pelis de zombis y de fantasmas japoneses. Continuar leyendo “Una historia terrorífica”

Estrellas Volodia

Los vivos y los muertos

¡NÁPOLES MILLONARIA!

El universo de Eduardo de Filippo es delicioso y único. Tiene además la particularidad de orbitar en torno a un lugar concreto: Nápoles, su ciudad. Retratista como nadie de aquella urbe caótica, pícara y remendada, De Filippo logra que al hablar de la capital de Campania veamos el rostro de Italia entera, aunque acaso esto sea una verdad a medias. En ¡Nápoles Millonaria!, su texto más conocido, con permiso de Filomena Marturano, De Filippo nos abre una ventana a la vida en los barrios humildes en plena Segunda Guerra Mundial. Pero no es una obra sobre la guerra o el horror, sino una comedia sobre la miseria humana, sobre el egoísmo y la supervivencia. Un fresco con algo de neorrealismo y algo de moralismo. Un cuento divertido y tierno en el que la maldad y el dolor quedan aparcados por un rato. Y así lo ha entendido con acierto Antonio Simón es su hermoso montaje. Continuar leyendo “Los vivos y los muertos”

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Sentido y sensibilidad

CAÍDOS DEL CIELO

Hay gente que habla y gente que actúa. Paloma Pedrero pertenece a la segunda categoría: la dramaturga entiende que la conciencia social no es una pegatina de moda en una solapa ni una declaración en una rueda de prensa. Por eso hace años se embarcó en una nave que quizá no llegue nunca a un puerto concreto, pero en cuya travesía ocurren muchas cosas: la de ayudar a la gente de la calle. Decidió hacerlo a través de un grupo de teatro formado por actores sin hogar. El resultado es este estupendo estreno absoluto dentro del Festival de Otoño, Caídos del cielo. Continuar leyendo “Sentido y sensibilidad”

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