Joglars, con un par

¡QUE SALGA ARISTÓFANES!

Vaya por delante: el nuevo montaje de Joglars es de los que se aman u odian, pero difícilmente dejará a nadie indiferente. Esto es, como toda su producción. Son ya 60 años de hacer de moscas cojoneras del poder las que celebran aquellos locos de La Torna, Teledeum y Ubú President. Y si no se achantaron contra Franco, la Iglesia (cuando la Iglesia mandaba de verdad), el Vaticano, el Pujolismo o el independentismo, no lo van a hacer ahora. Les faltaba, claro, el nuevo estado de cosas, que son muchas y que, aunque no se menciona como tal en la obra, podríamos resumir en un neologismo que lo dice todo: woke. Continuar leyendo “Joglars, con un par”

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Joglars, perreando

EL COLOQUIO DE LOS PERROS

Dado que hablamos de una adaptación de la cervantina novela El coloquio de los perros, permítanme la analogía perruna: Joglars han sido siempre un chucho callejero, sin dueño –ni ganas–, un perro mordedor con unas divertidísimas malas pulgas ladrándole a quien hiciera falta. Un poco como Cipión y Berganza, con la salvedad de que estos sí van de amo en amo. Continuar leyendo “Joglars, perreando”

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Cuando Joglars estaban jorobados

EL NACIONAL

Ante la adversidad, el artista da, a menudo, lo mejor de sí mismo. No es extraño que aquellos años en los que Els Joglars –el grupo catalán se desprendió del artículo hace poco– se mofaba de sus némesis, la dictadura primero, el nacionalismo pujolista después, fueran los de su producción más aplaudida. Eran jóvenes, tenían ganas e instinto. Albert Boadella afilaba el colmillo y su humor no dejaba títere con cabeza. Los 80 –Teledeum, Virtuosos de Fontainebleau…– y los 90 –la trilogía de Ubú President, Dr. Floit & Mr. Pla y Daaalí– los hicieron famosos. En el nuevo siglo, han seguido entregando obras divertidas, con Boadella y sus actores en forma, aunque con altibajos (mejor El retablo de las maravillas que La cena). Continuar leyendo “Cuando Joglars estaban jorobados”

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El negro futuro de Joglars

2036. OMENA-G

El futuro cercano que imagina Albert Boadella es desolador: una España desestructurada –la Federación Iberik–, hipnotizada por la televisión de encefalograma plano y el mal gusto y monopolizada por una entidad bancaria, “La Cacha”. En el año 2036, el español ha muerto: en su lugar se habla una neolengua reducida a abreviaturas de sms y jerigonza juvenil. Continuar leyendo “El negro futuro de Joglars”

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