ESTA DIVINA PRISIÓN
El territorio de la muerte, que nos aterra, no fue siempre una sentencia ominosa. Para quienes aspiraban a una vida más alta, movidos por la fe, cruzar ese río era casi una necesidad. “Vida, ¿qué puedo yo darle / a mi Dios, que vive en mí, / si no es el perderte a ti / para mejor a Él gozarle? / Quiero muriendo alcanzarle, / pues tanto a mi Amado quiero, / que muero porque no muero”, escribió Santa Teresa, culmen de la poesía mística en español, un género que dejó versos que conmueven al creyente y al ateo si se tiene algo más de sensibilidad que un zapato. Ha vuelto a pasar por Madrid Esta divina prisión, un pequeño -poco más de una hora- y a la vez enorme recital de este género que vio la luz en el seno de la CNTC y ahora vive libre allí donde le dejan. Haría falta más espacio en nuestros escenarios para este tipo de propuestas que aúnan poesía, música y teatro con la delicadeza de las cosas sencillas y la profundidad de los temas que importan. Continuar leyendo “Donde no debe habitar el olvido”