EL BAR QUE SE TRAGÓ A TODOS LOS ESPAÑOLES
Poco más se le puede pedir a un espectáculo de teatro que, después de tres horas, en las que nos ha mantenido con una sonrisa en la cara, cierra una historia humana entrañable, tierna y repleta de lecciones, a la vez que esboza un retrato de España, de sus gentes y de toda una época. Una obra que, como hacen las buenas historias, viaja de lo particular a lo general y nos cuenta los avatares personales de un hombre, un viaje de fe, amor, elecciones vitales y determinación, para en el fondo hablarnos de toda una generación. Acaba El bar que se tragó a todos los españoles, la nueva comedia de Alfredo Sanzol, y el público ha viajado con él, con la extraña y hermosa aventura de su padre, y con un país entero en la maleta. Pero, ¿realmente no se le puede pedir nada más? Quizá sí. Porque a Sanzol le pesan, como a todo buen director, sus mejores momentos, que están ahí para comparar, y si bien este ‘bar’ es un ejercicio de autoficción repleto de nostalgia, humor amable y bondad, no es su espectáculo más redondo. Continuar leyendo “Carreteras secundarias”