Donde no debe habitar el olvido

ESTA DIVINA PRISIÓN

El territorio de la muerte, que nos aterra, no fue siempre una sentencia ominosa. Para quienes aspiraban a una vida más alta, movidos por la fe, cruzar ese río era casi una necesidad. “Vida, ¿qué puedo yo darle / a mi Dios, que vive en mí, / si no es el perderte a ti / para mejor a Él gozarle? / Quiero muriendo alcanzarle, / pues tanto a mi Amado quiero, / que muero porque no muero”, escribió Santa Teresa, culmen de la poesía mística en español, un género que dejó versos que conmueven al creyente y al ateo si se tiene algo más de sensibilidad que un zapato. Ha vuelto a pasar por Madrid Esta divina prisión, un pequeño -poco más de una hora- y a la vez enorme recital de este género que vio la luz en el seno de la CNTC y ahora vive libre allí donde le dejan. Haría falta más espacio en nuestros escenarios para este tipo de propuestas que aúnan poesía, música y teatro con la delicadeza de las cosas sencillas y la profundidad de los temas que importan. Continuar leyendo “Donde no debe habitar el olvido”

Estrellas Volodia

Viejos y crípticos tiempos

TIERRA DE NADIE 

No hay antología inglesa que esquive el imprescindible comienzo «April is the cruelest month…». Fascinado por el poema La tierra baldía de T. S. Eliot, Harold Pinter escribió en 1975 No Man’s Land, traducido tres décadas después, en su primer viaje a los escenarios españoles, como Tierra de nadie. Reconozco que, al terminar de ver el, por otro lado, hermoso montaje de Xavier Albertí y el Teatre Nacional de Catalunya, sigo sin saber muy bien de qué habla Harold Pinter en la que algunos califican como su obra maestra. ¿Trata de la postura ética del poeta que no se vende frente al artista millonario, como se ha escrito?, ¿es un pulso de poder o un duelo psicológico sin más, como otros imaginados por el Nobel inglés? Quizá… En cualquier caso, Tierra de nadie contiene líneas de incandescente fortaleza, como todo el diálogo –un monólogo enmascarado de Spooner– del primer acto. Continuar leyendo “Viejos y crípticos tiempos”

Estrellas Volodia

Espert, por la puerta grande

LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA

Hay espectáculos en los que, inevitablemente, la atención sobrepasa al objeto para centrarse en el sujeto. Más allá de ser un bello y violento poema de Shakespeare -un texto de juventud, seguramente, desconocido para mucha gente-, superlativo en algunos de sus versos y de hondo calado trágico, el nuevo montaje del Teatro Español, La violación de Lucrecia, se convierte en un acto de reivindicación. Un pedestal para una inmensa actriz, Nuria Espert, a cuya fama no han hecho justicia en los últimos años sus trabajos, bien por sus elecciones -pienso en el fiasco de Hay que purgar a Totó-, por ella misma, ya saben que el mejor escribano hace un borrón -en un montaje interesante como Play Strindberg su aportación fue irregular-, o incluso porque no hubiera batutas que la ayudaran a brillar. Continuar leyendo “Espert, por la puerta grande”

Estrellas Volodia