Hablar sentados es bailar

SOVRIMPRESSIONI

Solemos ver al tiempo como el gran asesino. Cronos devorando a sus hijos, nosotros. Hay a menudo en el arte reflexiones amargas. La otra cara de la moneda es el positivismo insufrible que celebra la vejez como una tierra de oportunidades en la que hay que dar saltos de alegría porque ha llegado lo mejor de tu vida. Por fortuna, existe un término medio. Daria Deflorian y Antonio Tagliarini se buscan y se ofrecen al público en Sovrimpressioni, un espectáculo que habla de todo y de nada mientras el público asiste a la deconstrucción de sus esperanzas y a su estupor ante la propia decadencia, mientras esbozan un homenaje a Ginger y Fred, de Fellini. Continuar leyendo “Hablar sentados es bailar”

Estrellas Volodia

Los vivos y los muertos

¡NÁPOLES MILLONARIA!

El universo de Eduardo de Filippo es delicioso y único. Tiene además la particularidad de orbitar en torno a un lugar concreto: Nápoles, su ciudad. Retratista como nadie de aquella urbe caótica, pícara y remendada, De Filippo logra que al hablar de la capital de Campania veamos el rostro de Italia entera, aunque acaso esto sea una verdad a medias. En ¡Nápoles Millonaria!, su texto más conocido, con permiso de Filomena Marturano, De Filippo nos abre una ventana a la vida en los barrios humildes en plena Segunda Guerra Mundial. Pero no es una obra sobre la guerra o el horror, sino una comedia sobre la miseria humana, sobre el egoísmo y la supervivencia. Un fresco con algo de neorrealismo y algo de moralismo. Un cuento divertido y tierno en el que la maldad y el dolor quedan aparcados por un rato. Y así lo ha entendido con acierto Antonio Simón es su hermoso montaje. Continuar leyendo “Los vivos y los muertos”

Estrellas Volodia

El poder de los actores

EL ARTE DE LA COMEDIA

El arte de la comedia podría titularse Arte viejo de hacer comedias. No porque sea canon de nada, como el arte nuevo de Lope de Vega, sino por el retrato de un oficio antiguo que el sabio Eduardo de Filippo, autor (de Filomena Marturano, entre otras obras), pero antes cómico de la legua, traza con delicadeza y humor. También con melancolía, aunque ésta aparezca esbozada en un enredo pirandelliano y divertido, por más que Campese, el director de la compañía que protagoniza el texto, trasunto del propio De Filippo, se empeñe en negar al autor de los seis personajes «en busca de». Continuar leyendo “El poder de los actores”

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