El sueño de la razón

"Segismundos. El arte de ver", de Antonio Álamo

SEGISMUNDOS. EL ARTE DE VER

Una de las fortalezas de Segismundos. El arte de ver es complementar, a modo de ciclo temático, el estreno de La vida es sueño, dirigida por Declan Donnellan en la Sala Principal del Teatro de La Comedia. Así, en paralelo, la CNTC ha programado esta obra inclasificable de Antonio Álamo, una indagación en torno al mismo tema, pero con una aproximación tan oblicua que nada queda del texto de Calderón de la Barca, salvo una o dos escenas, un vago aroma lejano. El dramaturgo y director cordobés construye otra pieza independiente que es teatro dentro del teatro puro. Una mirada a la relación de una serie de actores -casi todos con minusvalías- con el escenario, con el texto y con la profesión actoral. Al menos, en teoría. La realidad es que Segismundos acaba siendo un confuso maremágnum de temas y una dramaturgia con la que el espectador -este al menos- no sabe qué pretendía el autor. Quiero creer que el autor lo sabrá. Continuar leyendo “El sueño de la razón”

Estrellas Volodia

Hablar sentados es bailar

SOVRIMPRESSIONI

Solemos ver al tiempo como el gran asesino. Cronos devorando a sus hijos, nosotros. Hay a menudo en el arte reflexiones amargas. La otra cara de la moneda es el positivismo insufrible que celebra la vejez como una tierra de oportunidades en la que hay que dar saltos de alegría porque ha llegado lo mejor de tu vida. Por fortuna, existe un término medio. Daria Deflorian y Antonio Tagliarini se buscan y se ofrecen al público en Sovrimpressioni, un espectáculo que habla de todo y de nada mientras el público asiste a la deconstrucción de sus esperanzas y a su estupor ante la propia decadencia, mientras esbozan un homenaje a Ginger y Fred, de Fellini. Continuar leyendo “Hablar sentados es bailar”

Estrellas Volodia

El amor no es suficiente

"Ilusiones", de Ivan Viripaev
ILUSIONES

Dani y Sandra, Alberto y Margarita. Dos matrimonios, amigos. Toda una vida juntos de diferentes maneras. Con 84 años, Daniel, en su lecho de muerte, le dice a su esposa, Sandra, lo mucho que la ha amado: ella ha sido su única pasión, su amor verdadero. A continuación, le llega el momento a ella, que hace lo mismo… con el mejor amigo de su marido. Sandra había amado en silencio a Alberto toda su vida. Éste se da cuenta entonces de que a él, sin saberlo, le ocurría igual, y se lo confiesa a su mujer, Margarita. Y ella, después de toda una vida de paciencia y abnegación, ante tanta tontería senil, le miente y le dice que no pasa nada, que al fin y al cabo ella y Daniel llevaban décadas siendo amantes. Continuar leyendo “El amor no es suficiente”

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