El secreto de un buen nudo de corbata

HAMLET

Que venga la Companhia Do Chapitô a Madrid es una celebración en sí mismo, incluso si lo hace con un espectáculo ya estrenado y paseado por festivales como es este Hamlet de 2019 con el que ahora han recalado en el Espacio Abierto Quinta de los Molinos. Novedad en Madrid, al fin y al cabo, y un Hamlet, que siempre es un texto universal bienvenido. Recuerdo (perdonen la digresión) los versos de Benedetti: “De modo que si ocurre un desconsuelo / un apagón o una noche sin luna / es conveniente y hasta imprescindible / tener a mano una mujer desnuda”. Y pienso que, estando muy de acuerdo con el poeta en lo que a noches sin luna y apagones se refiere, si ocurre un desconsuelo, como una pandemia, también es conveniente y hasta imprescindible tener a mano un Hamlet y algunos otros clásicos, que nunca están de más. 

Los integrantes de Chapitô llevan años cultivando un teatro artesano, una constatación de la ineficacia del artificio y la verdad del actor. Su forma de entender el arte que practican es esencial: sus cuerpos son sus herramientas. Teatro gestual, teatro creativo, imaginativo y paródico. Esa es otra de sus señas de identidad. Aquí, de nuevo, desmenuzan Hamlet, que queda extractado, qué digo, jibarizado, y ni siquiera. Olvídense casi de hasta el “ser o no ser” y de la escena de la calavera de Yorick. El texto de Shakespeare… ¿Qué Shakespeare? Ni está ni se le espera. A Chapitô le interesa contar un cuento, a la manera de los narradores en la hoguera. Una cuento divertido y diferente.

El texto de Shakespeare… ¿Qué Shakespeare? Ni está ni se le espera. A Chapitô le interesa contar un cuento, a la manera de los narradores en la hoguera. Una cuento divertido a rabiar

Así, se llevan al príncipe de Dinamarca a una gran corporación, donde el mismo día, en plantas diferentes, se celebra el entierro del rey padre en el sótano -¡el archivo!- y la boda de su viuda con el traidor Claudio en lo más alto. Y ascensor arriba, ascensor abajo, Hamlet, Ofelia, Laertes y Horacio solucionan sus cosas mientras el fantasma del rey asesinado vaga por la azotea del rascacielos.

Los Chapitô suelen reservarse un elemento de atrezo para jugar y convertirlo en herramienta para todo. Otras veces han sido cucharas, telas… Aquí, ataviados como ejecutivos, se sirven de sus corbatas para transformarlas en armas, micrófonos, venenos, flores, palas y vísceras… ¡Qué final más hilarante y gore el que le dan al duelo con que acaba la obra!

Ataviados como ejecutivos, los Chapitô se sirven de sus corbatas para transformarlas en armas, micrófonos, venenos, flores, palas y vísceras. ¡Qué final más hilarante y gore el que le dan al duelo final de la obra!

Una vez más, se disfruta con esta troupe portuguesa que pasea su buen hacer y su imaginación por nuestros escenarios desde hace años. Quizá este no sea su espectáculo más redondo. Una excesiva rapidez y algo de confusión en algunos momentos -dan por sentado que todo el mundo conoce la trama de Hamlet, pero entre sus espectadores hay gente muy joven también, algo perdida a ratos- lastran en cierta medida la función. Pese a ello, sigue siendo una propuesta “disfrutona” como pcoas, si me permiten el palabro. Chapitô domina el secreto para dar con un nudo de la corbata heterodoxo pero bien ajustado: no será un Windsor, pero les vale para acabar, como en toda buena boda que se precie, atado a la frente a altas horas de la parranda.

Nota al pie de esta crítica: gracias, en parte, a Chapitô , he descubierto algo tarde -mea culpa, no tengo perdón- el maravilloso Espacio Abierto Quinta de los Molinos, un oasis cultural y humano en el noreste de Madrid con una personalidad y encanto propios. En plena Quinta de los Molinos, un parque que merece la pena conocer -en primavera deslumbra con sus huertos de almendros florecidos-, este espacio inaugurado hace dos años con teatro, acogedora cafetería y rincones para el juego y la familia, ofrece una alternativa de ocio y de descanso, con una programación sorprendente y un personal entusiasta y cálido. Un consejo: si no lo conocen, fíchenlo.


Autor: creación colectiva Companhia do Chapitô, una inadaptación a partir de Shakespeare. Dirección: José Carlos Garcia, Cláudia Nóvoa y Tiago Viegas. Iluminación: José Carlos Garcia. Vestuario: Teresa MachadoIntérpretes: Jorge Cruz, Susana Nunes, Ramón de los Santos y Tiago Viegas. Espacio Abierto Quinta de los Molinos. Madrid.

Estrellas Volodia

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