FUENTEOVEJUNA
Caben dos lecturas ante este Fuenteovejuna de gran formato (¡cerca de cuarenta actores en escena!) dirigido por el prestigioso Laurence Boswell, asociado de la Royal Shakespeare Company, que ya demostró su buen hacer con los clásicos españoles en El perro del hortelano y en el ciclo de clásicos áureos (aquellos en inglés) que programó el Teatro Español. La primera es la del espectador sin referencias que sólo quiere pasar un rato agradable y deleitarse con un texto enorme, popular y vivo. A ése no le defraudará: la versión de Boswell y la compañía Rakatá es respetuosa con el autor y el director recrea con acierto estético y algunas ideas sugerentes el drama del pueblo manchego.
El escenario se convierte en un libro de historia con la impresionante escenografía móvil central: una gran mole cilíndrica de madera que se abre como una plaza y se cierra como un fortín. Y entre folclore, cancioncillas, coloridas bodas rurales y cortes castellanas, los actores contribuyen a la cuidadosa ambientación con un buen nivel en el que destacan el talento y frescura de Lidia Otón como Laurencia, la comicidad del Mengo de Óscar Zafra, el Flores de Luis Moreno y el Maestre de Cristóbal Suárez.
Aunque Boswell es creativo dentro de un acusado realismo, la visión folclórica del montaje entronca con la que más de un director español ha cultivado antes que él
En general, el reparto dice bien el verso y está dirigido con conocimiento, aunque alguno difumine la caída de las frases -sin que ayude la defectuosa acústica de la sala-. Una lástima, porque el Comendador de Alberto Jiménez conquista con el gesto sibilino, y Gerardo Malla aporta dignidad de veterano a su Esteban, pero en ambos casos se les escucha con dificultad.
La segunda lectura quizá no interese a quien salió creyendo haber visto un gran espectáculo. En arte, la verdad es relativa. La propuesta de Boswell peca de cierto acomodamiento. Es un clásico muy clásico. Y aunque el inglés es creativo dentro de un acusado realismo, la visión folclórica del montaje entronca con la que más de un director español ha cultivado antes que él -el Peribáñez de la CNTC de Alonso de Santos, por ejemplo-. Los paladares más exigentes se quedaron decepcionados con este viaje en el tiempo.
Autor: Lope de Vega. Versión: Lawrence Boswell y Rakatá. Director: Eduardo Vasco. Escenografía: Jeremy Herbert. Vestuario: Catriona McPhee. Iluminación: Chahine Yabrodan. Composición musical: Pascal Gaigne. Intérpretes: Lidia Otón, Gerardo Malla, Alberto Jiménez, Roberto Mori, Óscar Zafra, Inge San Juan, Cristóbal Suárez, Jesús Fuente, Luis Moreno, Bruno Ciordia, Mario Vedoya, Paco Luque, Rodrigo Arribas, Elia Muñoz, Emilio Buale. Teatros del Canal. Madrid.
Crítica publicada originalmente en La Razón, recogida en Notas desde la fila siete (Mayo 2009).