12-7-2023. Director, gestor, impulsor y dinamizador teatral, figura clave del teatro público y de la escena independiente en España durante medio siglo, Guillermo Heras ha fallecido en Buenos Aires a los 70 años de edad. Heras (Madrid, 29 de julio de 1952-Buenos Aires, 12 de julio de 2023) se encontraba en la capital argentina recuperándose de una infección pulmonar que había parecido remitir, dedicado a impartir talleres teatrales, según informa Rosana Torres en El País. Con él se va una forma de entender el teatro como compromiso desde el espacio público, una constante que tuvo un punto álgido en la creación y dirección del Centro de Nuevas Tendencias en los años 80 en la Sala Olimpia, lo que actualmente es el Teatro Valle-Inclán. En 1994 recibió el Premio Nacional de Teatro.
Licenciado en 1974 en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, Heras comenzó en aquella compañía de resonancia ya clásicas llamada Tábano, donde fue director actor entre 1973 y 1983 en montajes como La ópera del bandido, Cambio de tercio, Schweyck en la II Guerra Mundial, El nuevo retablo de las maravillas, Un tal Macbeth, Se vive solamente una vez, La mueca del miedo y El Suicida. Es en este año cuando pone en marcha, bajo el auspicio del Ministerio de Cultura a través del INAEM, el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, que dirigiría hasta 1993. Aquel espacio vio algunas de las producciones y montajes más punteros y diferentes del momento, siendo punta de lanza del teatro independiente en la capital. Heras compaginaba esa labor con su trabajo en El Astillero, compañía que en los años 80, y aún hoy, reunió a algunos de los talentos más destacados de la dramaturgia española contemporánea y la dirección de escena.
Montajes de Mayorga y Nieva
Heras, hombre inquieto y siempre con proyectos en mente, fue director de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante, y montó obras de Brecht, Cervantes, Corman, Berkoff, Sarah Kane, Pasolini, Koltés, Lope de Vega, Rojas Zoriilla… Parte de su amplia trayectoria estuvo vinculada a la dramaturgia más actual. Así, llevó a escena Geografía y Motor, ambas de Álvaro del Amo; Indian Summer, de Rodolf Sirera; Macbeth imágenes, de Rodrigo García; Caricias, de Sergi Belbel; Para quemar la memoria, de José Ramón Fernández, Ganas de matar en la punta de la lengua, de Xavier Durranger; y Los malditos, de Raúl Hernández Garrido, miembro de El Astillero. También “recuperó” Aquelarre y noche roja de Nosferatu, de Francisco Nieva, un texto de 1961 que estrenó como Nosferatu, recibiendo importantes premios y aplauso generalizado.
En dos ocasiones firmó montajes de textos de otro compañero en El Astillero, Luis Miguel González Cruz, en Thebas Motel (1997) y La negra (2002). Otro de sus autores de cabecera fue Juan Mayorga, de quien llevó a los escenarios en dos ocasiones Cartas de amor a Stalin, con un recordado montaje en el Teatro María Guerrero (1999) y otro posterior en Portugal, además de El traductor de Blumemberg (Buenos Aires, 2000).
Cuatro óperas con Tomás Marco
Heras fue un amante de la danza y la música. Como director, trabajó en espectáculos de danza con coreógrafos como Francesc Bravo, Mónica Runde, Teresa Nieto, La Ribot, Manuela Rodríguez, Gracel Meneu, Vilma Rúpolo, Mariana Bellotto. Además dirigió óperas como El cristal de Agua Fría de Marisa Manchado y Rosa Montero, El bosque de Diana, de García Román y Muñoz Molina, Rigoletto de Verdi, y Don Giovanni, de Gazzaniga. Especialmente fructífera fue su colaboración con el compositor Tomás Marco. Heras llevó a escena las óperas Ojos verdes de luna (2003), El viaje circular (2002) y El caballero de la triste figura (2005), encargada por el IV Centenario del Quijote, además del espectáculo audiovisual para orquesta y coro Yo lo vi (2008), que celebrara el segundo centenario del 2 de mayo tomando a Goya como eje.
Un puente con Hispanoamérica
La vocación americana de Heras fue otra constante en su trayectoria: siempre atento y conocedor de lo que sucedía en los teatros de Hispanoamérica, no dejó de trabajar, estrenar y tender puentes entre uno y otro continente.
Entre los montajes y textos de Heras se encuentran Rottweiler (2003), estrenado en Grecia, Muerte en directo (2006), que subió a escena en Caracas, y Ojos de Nácar (2006), montada en Buenos Aires. Heras escribió además piezas como Imposturas (2006), Tsunami (2006), Cicatriz (2006), Plaza Sintagma (2003), y Pequeñas piezas desoladas (2003).
Profesor y editor teatral
Otra de las facetas que marcaron su vida y su carrera fue la educación. Fue profesor en el Master de Gestión del ICCMU de la Universidad Complutense, y enseñó Gestión de las Artes Escénicas en el Master de la Carlos III y Gestión en Universidades de Argentina y México. Heras, que había estudiado también Periodismo e Imagen en la Facultad de Ciencias de la Información, fue además coordinador del área de Formación del Estudio Teatro, redactor de la revista Primer Acto entre 1973 y 1975 y de otra mítica publicación teatral, Pipirijaina, desde su fundación. Además del Premio Nacional de Teatro (1994), recibió el Premio Lorca en 1997.