Yourcenar, entre las llamas y los ‘flashes’

FUEGOS

Herida por un amor no correspondido, Marguerite Yourcenar acudió en 1935 al mundo griego para encontrar en sus arquetipos y sus mitos los pilares del edificio de su desazón. Fuegos fue una colección de prosas líricas de profundo aliento poético. «Cuando estás ausente, tu figura se dilata hasta el punto de llenar el universo. Pasas al estado fluido, que es el de los fantasmas. Cuando estás presente, tu figura se condensa; alcanzas las concentraciones de los metales más pesados, del iridio, del mercurio. Muero de ese peso, cuando me cae en el corazón», le dice al hombre al que dedicó este oratorio, su dios terrenal que, como Aristógiton, prefirió a otro hombre. Continuar leyendo “Yourcenar, entre las llamas y los ‘flashes’”

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La gran tragedia de la vieja Europa

EL MALENTENDIDO

«Éste es el fin, mi único amigo, el fin», cantaban The Doors ante el declive de toda una forma de entender la vida. Caía el napalm y en Europa se quemaban sujetadores, mientras Morrison y los suyos, acaso sin saberlo, anunciaban el fin de una época mientras se daban a la evasión poética. Luego no fue para tanto y todo siguió igual o casi, con variaciones históricas y equilibrios de poder. Treinta años antes, como ahora, Albert Camus había asistido a otro fin y otro comienzo. Continuar leyendo “La gran tragedia de la vieja Europa”

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No hay narices

CYRANO DE BERGERAC

Cuando las cosas empiezan muy bien da rabia ver cómo se desinflan. El arranque de este Cyrano que llega al Centro Dramático Nacional producido por la compañía catalana La Perla 29 es modélico: metateatralidad y juegos actorales –al fin y al cabo, el primer acto se desarrolla en un teatro– se combinan con guiños de actualidad: es curioso ver con qué naturalidad encaja el texto de Edmond Rostand referencias a nuestros políticos actuales, allí donde el francés hacía repaso de la sociedad de su momento, sin que ningún purista se escandalice en el patio de butacas. Continuar leyendo “No hay narices”

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Liddell contra todos

MALDITO SEA EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL HOMBRE

Con el inabarcable título de Maldito sea el hombre que confía en el hombre: un projet d’alphabetisation, Angélica Liddell ha ordenado su misantropía, generada por decepciones personales vividas en los tres últimos años. Es lícito que el arte surja de los intestinos, y a un texto tan vibrante como el que la autora de Perro muerto en tintorería: los fuertes arroja a gritos en esta nueva propuesta, la más estética y confesional que ha vomitado, no se le puede pedir agudeza filosófica. Continuar leyendo “Liddell contra todos”

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Flotats, el gran insolente

BEAUMARCHAIS

En manos adecuadas, los grandes personajes ofrecen posibilidades dramatúrgicas a su escala. Brecht engrandeció, si cabe, a Galileo, y Casona a Quevedo, dotándoles de ese soplo de vida que el aséptico ensayo histórico proscribe y el teatro exige. Beaumarchais, en ese sentido, es una biografía –y lo es más que los ejemplos anteriores–, pero ante todo un retrato, el de un hombre apasionante y apasionado por todo: las mujeres, la literatura y la política. Y, por encima de todo, la vida y la libertad. Continuar leyendo “Flotats, el gran insolente”

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Toda una señora

LA VIDA POR DELANTE

Como ocurría con El señor Ibrahim y las flores del Corán, en La vida por delante, texto también de un autor francés, se sonríe a la vida. Pero no sólo de empatía viven Éric-Emmanuele Schmitt y Romain Gary –autores de aquélla y ésta, respectivamente–, que añaden a la receta la oportuna amargura para que el pastel no empalague. «La vida por delante» es el retrato de los últimos días de una vieja prostituta. Una fracasada a todas luces, aunque haya conseguido que los pequeños a los que adopta, sus queridos “hijos de puta”, como dice sin tapujos el sensible Momo, su favorito y el único que permanece a su lado, la quieran como a una madre. Continuar leyendo “Toda una señora”

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Todavía funciona

ARTE

Es difícil, en un caso como el de Arte, deshacerse de los precedentes: el montaje de Flotats, con Hipólito y Pou, fue un gran éxito y los aficionados al teatro aún lo tienen en mente. Pero la función de la escena no ha de ser necesariamente superar, reinventar o redescubrir, sino contactar con el público, estar ahí. Que un excelente texto esté en cartelera bien dirigido e interpretado quizá no suponga el descubrimiento de América pero no hay por qué pedírselo. Continuar leyendo “Todavía funciona”

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Yasmina Reza, a corazón abierto

UNA COMEDIA ESPAÑOLA

Quien espere otro Arte saldrá decepcionado de Una comedia española. En cambio, quien busque teatro inteligente, esencial, capaz de transmitir un sutil humor -también más complejo-, disfrutará con este otro texto de Yasmina Reza. La escritora francesa construye un juego de matriuskas teatrales en el que una compañía ensaya una comedia de un autor español de moda que aborda una prototípica catarsis familiar en la que unos y otros se arrojan a la cara sus insatisfacciones. Pero no es un teatro de choques, como Un dios salvaje, sino chejoviano. Continuar leyendo “Yasmina Reza, a corazón abierto”

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Otro cuadro en blanco

UN DIOS SALVAJE

Yasmina Reza vuelve con otro combate dialéctico tras el éxito en medio mundo de Arte y el fiasco de Tres versiones de la vida. Ambas, como esta Un Dios salvaje (estrenada en 2006), se ríen de una clase social en la que la hipocresía es canon de conducta. En Arte la espita del debate era un cuadro en blanco. En Un Dios salvaje, también comedia –y muy divertida según avanza–, la autora francesa nos lleva a la reunión de dos parejas de clase media: los visitantes han acudido a disculparse porque su hijo le ha roto los dientes al de los anfitriones. Continuar leyendo “Otro cuadro en blanco”

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